Ahora estoy cayendo de espaldas ante los cielos,
mientras en el pecho siento un volcán que estalla.
Lava regándose por dentro.
Ya no hay lágrimas que de mis ojos salgan.
En caÃda libre, en cámara lenta,
una estrella dentro de un abismo del que no se ve final…
En la batalla del amor, me hice guerrera de la verdad.
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