Éxtasis

Era como tocar el cielo con las yemas de los dedos,
como respirar un éxtasis profundo que no deja espacio
para nada más que un penetrante suspiro.


Como cuando la piel se eriza y el tiempo se detiene,
como cuando el cuerpo se distiende sobre las olas en el piélago del mar,
dejándose flotar sobre el agua, sintiendo el aire de la superficie.


Quedando en medio del cielo y la tierra,
sin importar si/que hacia arriba o hacia abajo exista solo el infinito,
manteniendo el equilibrio de poder ser parte de ambos mundos

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