De mi corazón nació un jardÃn
mientras me derramaba en sangre.
Y entendà por qué las espinas cortan,
porque de la misma forma nacen.
Y si no he de resurgir,
que me entierren donde mis pies se enlacen
entre las raÃces que hoy me visten desnuda
con el manto blanco que en mi frente yace.
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