Alguna vez te hice una canción que llevaba como sinfonÃa la vida eterna.
Alguna vez rocé tu olor con mis párpados, cayendo de un sueño despierto al compás de tus latidos.
Alguna vez fue un último adiós, perpetuado en las raÃces de los actos.
Alguna vez el sol murió y fue inmortalizado, brillando para siempre…
Asà fue tu amor: derribado eternamente,
inmutable en el reflejo de mi mente.
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